Tiempo de maduración y de sintexis. Tiempo para seguir el camino de la invisibilidad, de abandonar los espacios trillados y alejarse en el interior hacia valles perdidos y lejanas montañas, "excavando en uno mismo un camino hacia el corazón". Tiempo para dejar el marco de seguridades, de deseos y necesidades, y aceptar no tener fronteras, ser hermano universal, sin nombre, disolviendose, despojandose, siendo nube y agua que se derrama en los rios y mares del mundo.