PREGUNTAS Y DUDAS SOBRE EL MÁS ALLÁ

Diálogo con una amiga

Ya sé que nadie puede saber lo que nos pasa al morir. Cuando hablo de esto con alguien me dicen que lo que les interesa es esta vida. Sin embargo esta cuestión ha ocupado la mente de los humanos desde siempre…y yo me lo pregunto a menudo. Por eso voy a poner aquí lo que pienso después de leer a Willigis Jäger y otras personas místicas. La muerte tiene una gran importancia para nuestra evolución espiritual. A los monjes jóvenes en Corea, en la tradición del Song (zen coreano), se les pide que practiquen durante meses sobre la muerte. Sentir, percibir la propia muerte es una forma muy especial de valorar la vida. Todo lo relacionado con ello, y con las diferentes formas de vida hay que percibirlo no desde el razonamiento ni la filosofía, ni siquiera desde la teología, sino más bien desde la experiencia de silencio, como uno de los koans principales de la existencia Los místicos y sabios que han experimentado la Conciencia de unidad, o sea a Dios dicen que nuestro yo individual muere al dejar este mundo. Nuestro yo individual es nuestro organismo, nuestro psiquismo y todo lo que constituye nuestra historia aquí en la tierra. La mística ha comprendido en las diferentes tradiciones (Nagarjuna, Eckhart) que en el crecimiento personal hemos de llegar a “ser nadie” a fin de avanzar en la evolución de la conciencia. Llegar a ser nadie es perder nuestras identificaciones en último término con ese yo individual en sus múltiples facetas. La gran trampa del ser humano en su actual estadio de evolución del yo mental (ver Ken Wilber) es nuestro enclaustramiento identificativo como “el que piensa”, “el que siente”, etc. impidiéndonos ver mas allá. Y ¿qué es ese más allá? Pues que ese yo individual es una falacia, y que esta existencia es una manifestación, una manifestación más y al tiempo toda manifestación de lo que existe como Unidad. Nuestro yo individual no muere en el momento de la muerte, ya que ese yo como referencia separada de nuestra existencia realmente no existe, pero nuestro nivel de conciencia nos lo impide ver. Lo que realmente somos es vida divina, expresada en el aquí y ahora. En el momento de la muerte se nos caerá el velo que impide que lo veamos así. Me corrijo. No es en el momento, ya que hemos de entender la muerte como un proceso de transformación espiritual, más que una puerta que se atraviesa en un momento. Por ello en ese proceso podemos conservar, quizás durante un periodo indeterminado, nuestra identidad individual mientras la manifestación que hemos sido se depura y resuelve las tareas pendientes, antes de sumergirse “en el seno del Padre”, en el hogar que está ahí desde el principio. El maestro Eckhart en su sermón sobre la pobreza de espíritu habla del vaciamiento esencial, de forma que “en esta pobreza reencuentra el hombre el ser eterno que él ya había sido y que ahora es y que será para siempre”. Esto es, nuestro verdadero ser es una naturaleza divina eterna, que no encuentra división ni separación con lo que existe. Dios se expresa y manifiesta en las criaturas, en un entrelazamiento del que formamos parte Sabemos que al morir nos transformamos. Lo que no sabemos es “en qué” nos transformamos. Las plantas y lo animales también se transforman en tierra; nuestro cadáver se vuelve al polvo. ¿Y nuestra conciencia individual? La muerte es un proceso, en el que quizás durante un periodo, los que nos han querido podrían acompañarnos, hasta que “se van a la luz”. Nuestra conciencia individual nos ha sido útil para el desarrollo de nuestra evolución y nuestra forma de vivir en la tierra, pero, como he dicho, no es más que el resultado de la identificación con el aparato mental, que es el acumulo de manifestaciones, poses, caracterización de personajes, y un principio de identidad que nos dice que somos esos “yos” andantes y pensantes, independientes de los objetos que nos encontramos. Por ello nuestro proceso mental nos separa del mundo que nos rodea, en el que proyectamos nuestras interpretaciones y nuestros conceptos. Nuestro crecimiento espiritual significa dejar caer esas proyecciones, y ser capaces de “ver y experimentar directamente”. El universo entero está lleno del espíritu uno. El espíritu uno no es algo separado de las cosas que vemos, de los seres que tocamos. Es las cosas y los seres. Y también nosotros. Todo pues es una manifestación única, entrelazada e indivisible, en la que no hay un yo y un tu. También dicen los místicos y sabios que nuestra identidad verdadera no es el yo individual sino la Divinidad. Así es. Esto significa que Dios no es un ente separado e individual con el que relacionamos como personas independientes, sino que es el océano del que formamos parte, y del que somos olas. Somos manifestación divina. La falacia es sentirnos “olas” flotando independientes en el vacío, y no como parte del océano. Dios es personal y es no personal. Incluso podríamos decir que no es ni personal ni no personal. Pero lo que es claro es que si el fondo o medio divino da lugar a la manifestación que somos , y a la de los seres que queremos, y como manifestación también se expresa en la manifestación y comunión que sentimos con ellos, es evidente que la expresión de comunión que sentiremos cuando se nos caigan los velos será más profunda, más tierna, más completa todavía. Esa percepción egoísta y miedosa que a veces nos imaginamos, como que tras la muerte vamos a caer en un vacio amorfo en el que no sentiremos y tendremos capacidad de saludar, abrazar y sentir a nuestros amores, es una estupidez propia de nuestra forma de ver aislada y egoísta Willigis J. dice que Dios se manifiesta en todas las criaturas, se encarna en todo, en nosotros los humanos y que Dios baila el baile de la Evolución. Todo cambia. Si, es cierto. Todo cambia. Todo lo que aparece desaparece. Nosotros, nuestros momentos, lo que existe, todo nace y muere en cada instante. El proceso de crecimiento espiritual es aceptar y vivir esto, y por tanto incorporarnos al flujo del cambio, en lugar de resistirnos a el, apegarnos a nuestras falsas seguridades y vivir nuestras neurosis desde un ego que imaginamos permanente e independiente. La iluminación es vivir como una manifestación, fruto de una encrucijada de miríada de causas y efectos en la que somos, en la cada instante nosotros también influimos de nuevo. Es bueno imaginarnos como un cielo estrellado en el que se cruzan las luces y los meteoritos, los cometas y las briznas de polvo cósmico, cuya fotografía esta en profundo cambio y solo vale para este instante. Dios no es un Dios fuera, es un Dios dentro, y si lo es se manifiesta en todo lo que existe. Lo que existe no es nada sin Dios, y Dios no es nada sin lo que existe. Esta convicción, cuando se vuelve experiencia da vértigo, pues es experiencia de comunión, y transforma profundamente la vida. Mis padres ya murieron así como dos hermanos míos. Ya no son mis padres ni mis hermanos puesto que Jesús dijo que seremos como ángeles. De acuerdo. Tus padres y tus hermanos, son como tú y como yo, expresiones de lo uno. Quizás se conservan como otras manifestaciones, pues así se marca en el designio de lo que existe. También yo durante tiempo aspiraba a reencontrarme con mi padre muerto como ser individual, separado e independiente, que me esperaba en la otra vida. Hoy, y esto es solo una convicción íntima personal, siento que me reencontraré con él en un nivel de existencia diferente, donde yo habré perdido mi yo, y el su yo, y por tanto seremos tanto él como yo la manifestación divina en comunión, sin límites ni fronteras entre las existencias. Esto es mucho mejor, si se puede comparar, que esa manifestación, por muy querida que sea, del reencuentro de espíritus solitarios, perdidos en medio de las nubes o como sea que imaginamos el paraíso de almas individuales. Pero al entrar en Dios, como Dios sigue “bailando” su creación puede que mis padres se conviertan en una nueva “expresión” de Dios. Entonces…cuando yo muera no volveré a encontrar a los míos que tanto quiero…Eso estoy pensando. Porque al morir desaparece también la conciencia individual y nuestras relaciones de este mundo. Efectivamente. Nada queda fijo. De igual manera que incluso ahora tu y yo tenemos como tarea no apegarnos a nuestro yo, y llegar realmente a ser “nadie”, en el futuro iremos cambiando y creciendo, pero si crecemos, creceremos en comunión. No podemos hacer una capillita, cerrada y exclusiva en la que vivir eternamente felices con nuestra familia, pues nuestra familia son todos los seres vivientes, y nosotros no tenemos nada que sea nuestro. Tenemos querida amiga, muy gravada en nuestro subconsciente, en nuestra forma de ser y de percibir, esa cultura egoísta e individualista occidental, que ha sido alimentada erróneamente por las iglesias, que se sostienen en dogmas cerrados, y que temen perder razón de existir si admiten este flujo de perdida. Por ello asistimos al mito del paraíso perdido que habremos de recuperar desde nuestro ser individual, que imaginamos eterno como ser individual, y que gana o pierde como si de un partido de futbol se tratara, recibiendo premio o castigo por toda la eternidad. Esto es el fruto de nuestra mente neurótica, y no la experiencia de los maestros, empezando por nuestro maestro Jesús Pero contra esta suposición se dan casos y experiencias raras, empezando por apariciones de la Virgen que se dan a cada dos por tres en nuestro planeta y también se aparecen los santos y Jesús… La presencia de lo divino se manifiesta adecuándose a nuestra cultura, a nuestra forma de comprender y de ser. Si lo divino pudo alcanzar la expresión de conciencia y de realidad que se dio en el señor Jesús o en la Señora María, ¿Por qué hemos de creer que no puede volver a expresarse de igual manera? A los santos budistas lo divino se manifiesta como lo divino femenino y nutriente a través de Shakti. A nosotros puede manifestársenos en la mediación de nuestros espíritus familiares. Pocas veces la manifestación divina es sin forma, pura, y cuando así lo es, provoca un profundo efecto, una señal perdurable en nuestro espíritu, solo en condiciones de recibirla cuando nuestra conciencia este suficientemente evolucionada Habremos de decir de paso que no tenemos ni los católicos, ni los cristianos, ni los espirituales, la exclusividad de la manifestación del mundo superior. Existen múltiples caminos para subir el monte Carmelo, existen múltiples mundos y formas de vida, múltiples galaxias y universos, donde la evolución y lo divino se manifiesta. Hagamos un profundo gesto de humildad de no pretender comprenderlo todo, cuando somos tan solo un estadio limitado y todavía insuficiente de la manifestación total. Habremos de ver también en nuestro próximo futuro, si somos o no un experimento fallido del universo Creemos que Jesús “resucitó de entre los muertos” y está exaltado por Dios. Cristo dicen los expertos es Todo el cosmos. Pues si nosotros morimos en Cristo también seremos el ¿¿¿Cosmos…??? o sea Dios. Nuestra conciencia individual se habrá transformado en la Conciencia total o sea en Dios… Si. El profeta de Galilea alcanzo una conciencia unitiva, una visión de comunión con lo divino. Desde allí nos ofreció su mensaje: el Reino esta ya aquí, dentro de vosotros y fuera de vosotros. Nos invitó a unirnos a su forma de vivir y de ver las cosas, desde el amor y la comunión universal. Yo no creo, como muchos otros, que Jesús sea el separado de doble naturaleza, el hijo unigénito de Dios, segunda persona de la trinidad , que vino al mundo desde su propia naturaleza separada, para salvarnos a nosotros, arrinconados en este planeta oscuro, siendo incapaces de redimirnos a nosotros mismos. Si creo que Jesús es, ha sido y será naturaleza divina, pero igual que lo somos nosotros. El hizo el recorrido, como lo hizo el Buda, y nos invita a hacerlo a nosotros. Es el profeta que nos anuncia la esperanza, que está en nuestras manos, en nuestras opciones. El desarrollo de nuestra conciencia ha de expandirse espiritualmente hasta el nivel causal, en el que la expresión de la realidad es completa Aunque dicen también los místicos que somos no-dos sino UNO pero que entre Dios y nosotros hay diferencia. ¿Es así? No olvides, amiga, que los místicos no hacen filosofía, sino que hablan desde la experiencia, desde la vivencia y expresión real. Por ello las expresiones verbales son limitadas. Uno, no-dos, ni uno ni dos, son formas de hablar sobre la realidad que viven. Tampoco hemos de olvidar que para entender a Jesús hay que aceptar que habla “desde ahí”.  Efectivamente Dios no existe sin nosotros, nosotros no existimos sin Diós, y lo divino y nosotros somos uno. Más allá de esta expresión es respirar en el silencio, contemplar desde la Nube del No-saber, y desde allí, como diría Juan de la Cruz, “grandes cosas entendí … toda sciencia trascendiendo”. Entre nosotros y Dios existe la diferencia de entre el océano inmenso y una humilde ola. ¿De que esta hecho el océano? ¿de qué está hecha la ola?… Agua por todas partes Otra pregunta que me hago es qué ha pasado con los miles de millones de humanos que han muerto empezando por los “australopitecos” y hombres-monos todavía en fase de evolución hacia el homo sapiens. Son el flujo continuo de la conciencia que pugna por hacerse espiritual, pasando de la fase arcaica a la mágica, de la mágica a la mítica, de la mítica a la egóica mental racional, en sus fases preoperacionales, operacionales y mental propiamente dichas. Este proceso no es solo el proceso de lo que había de ser la especie humana, sino el proceso continuo de evolución del conjunto del universo. Todo será recogido, como indicaba ya Teilhard en el medio divino, que apunta en evolución creciente hacia su culminación. Dios es Vida que se manifiesta en distintos niveles de vida: material, vegetal, animal y humana. Un animal inteligente al morir ¿vuelve a la nada? Creo que he contestado ya, como he sabido, a esta pregunta Creo que me estoy volviendo agnóstica porque los agnósticos ni creen ni son ateos, son agnósticos, no saben. Entonces yo tampoco sé, luego soy agnóstica porque todos los dogmas que he aprendido se me han derrumbado casi todos por no decir todos. Pienso también que puede que la reencarnación sea una realidad y que hayamos tenido otras vidas que de esto también hay testimonios. Decía Eckhart que llegado un momento de nuestra evolución espiritual, también deberemos abandonar toda imagen y concepto que nos hayamos hecho de Dios, pues realmente se interpondrá como barrera en nuestro crecimiento. El anónimo de la nube del no-saber nos estimula a entrar en la Nube del Olvido. Juan de la Cruz nos indica que en nuestra subida no debemos buscar Nada, tener Nada o esperar Nada. Por tanto si ahora estas en ese No-saber, te digo que quizás estas en un momento interesante, en el que te estimulo a hacer silencio, y a escuchar el silencio, y como dice el autor, lanzar dardos de amor a esa nube del olvido. Nirvana o paraíso, Reino de Dios, no están lejos. La fe es la fe en la palabra del maestro: está aquí, está en todas partes. Lo que pasa es que no lo sabemos ver La gran incógnita: ¿desaparecemos para siempre? el yo individual sí, pero si nos transformamos ¿en qué nos transformamos? ¿en Dios?…. Creo de nuevo que en la forma que he podido te he comentado también esta pregunta Ya sé que nadie lo puede saber pero los místicos y sabios iluminados de todas las religiones han experimentado algo y nos lo pueden decir de alguna manera. Todos nosotros hemos experimentado alguna vez, aunque solo sea por un instante ese momento en el que quedamos “embobados” por una música, una imagen, un instante de experiencia, una mirada. En ese momento el yo se cae, o lo que es lo mismo rompemos la identificación con el mismo. Como decía Dogen: “Nuestro camino es la búsqueda del yo mismo, en la búsqueda del yo mismo llegamos al olvido del yo mismo. En el olvido del yo mismo, llegamos a ser uno con todas las cosas. Amiga, Los místicos se callan. Si son auténticos apenas balbucean su experiencia, y cuando lo hacen lo anuncian con metáforas, parábolas o koans. El motivo es que al poner en palabras la experiencia, interpretamos y reducimos, hacemos mental lo que no lo es, y corremos el peligro de deformarlo. Es excelente la opción de los místicos (Juan de la Cruz, Rumi, Ibn Arabi) al poner la experiencia en forma de poema amoroso. Pues la experiencia es comunión, la experiencia es amor Lo que dice Willigis es que hemos de estar totalmente desasidos y desprendidos de todo y de nuestro yo para poder unirnos con Dios. O sea que desapareceremos. Claro, mientras nos agarremos a nuestras identificaciones y falsas seguridades, seremos esclavos de nuestra fase mental. Por eso “hemos de ir de vuelo”, como dice Juan de la Cruz. Llegar a ser nadie como dice Nagarjuna. Como pienso que no has leído sobre él, te dejo aquí un poema:

Me inclino ante los Despiertos que enseñan la contingencia (ni muerte, ni nacimiento, ni nada, ni eternidad, ni llegada, ni partida, ni identidad, ni diferencia) y liberan del deseo de ser alguien Un fuerte abrazo, Pedro

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8 respuestas a PREGUNTAS Y DUDAS SOBRE EL MÁS ALLÁ

  1. maria dijo:

    buenas tardes quisiera saber despues de morir hacia donde vamos ya q se murio alguien a quien quiero mucho lo extrano y me encantaria volver a verlo gracias espero respuesta

    • admin dijo:

      Buenos dia Maria. La pregunta tuya no debe responderse desde el dogma, o desde la posición ideologica del creo o no creo. En el texto que comentas encuentras ingredientes sobre tu pregunta que tienen que ver con la visión mística, que es una convicción que surge desde la experiencia. Te la resumo:

      Percibimos en esta vida desde nuestra posición egoica, que da por sentado que nuestro yo ha de seguir siempre, y que nuestros amores y desamores son desde la persona individual a la persona individual. Esta es una forma incorrecta de percibir, pues la situación real es que nuestro yo individual es apariencia que se disolverá en el seno divino, somos olas que dejaremos de ser individuales para ser mar, para ser oceano. Por ello cuando realmente veamos con claridad, viviremos el amor en su plenitud, y aquellos cuya manifestación fue la fuente de nuestro cariño en esta vida serán tambien entramado de amor con nosotros.

      No significa esto que pasamos a ser algo amorfo sin personalidad. Si la evolución, nuestro fondo original ha dado lugar al tipo de seres que somos, ¿qué no seremos cuando lleguemos a la plenitud?

      Ese alguien al que has querido mucho ha seguido su propia evolución. Esta evolución es el proceso para dejar de ser alguien para serlo todo, y en esta evolución esta muy cerca de ti, esta acompañandote. Debes permitirle que siga su camino, que siga avanzando hasta la existencia plena en el que le encontrarás y en la que te fundiras en un mismo ser y existir.

      Esto es lo que veo

      Un abrazo

  2. gisella dijo:

    bueno ace 3 semmanas se murio un amigo muy querido
    .y ahora desde ayer me sale en el chat,no se que entender……..

    • admin dijo:

      Hola Guisela. Perdona que no haya comentado tu pregunta antes. Creo que debes realizar el proceso de duelo de tu amigo. A veces a nuestros seres queridos les cuesta separarse para “ir hacia la luz”, y debemso ayudarles. Despidete de él con algun rito personal (una vela, un incienso, una pequeña ceremonia) y luego practica la meditación, el silencio. Un afectuoso saludo

  3. Ariel dijo:

    Algo con tanto misterio como la muerte no tiene respuestas , la mente va a preguntar miles de veces y daremos vueltas otras miles hasta quedar enganchados en algún dogma ,me a pasado cuando voy algún lugar tranquilo a orillas del mar o contemplando un lago con montañas si se calla la mente me aparece una sensación profunda en donde mis sentidos se armonizan con ese instante, ya no se siente miedo ni temor a la muerte ya no hay ansiedad por querer saber ya no tengo preguntas.
    Saludos.

  4. Charo González Calabuig dijo:

    Gracias por esta reflexion  Dialogo con una amiga. Casualmente la he leido hoy dia de Todos los Santos, es una reflexión profunda  acerca del bien vivir y bien morir, no podia ser mas oportuno, lo agradezco de corazón .

    charo

  5. Lucero Marin dijo:

    Por q un niño de 10 años pierde su vida atropellado por un bus?

    No podía ser algo menos trágico?

    • admin dijo:

      Quizas el porque esta lejos de nuestra capacidad de comprender. Quizas el sentido de la vida no puede atraparse mentalment. quizas debemso contemplar la vida en su dramadesde el no juicio y el compromiso completo. No pretendo Lucero tener la respuesta. So hemso dirigir nuestra vida a una apertura de compromiso, y reir y llorar cuando toque, pero es dificil intentar justificar la existencia desde ninguna interpretacion mental. Abrazo

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