Entra en tu aposento, cierra la puerta

Dice Jesús: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento. Y cerrada la puerta ora a tu Padre que está en lo escondido. Y tu Padre, que está en lo escondido, te devolverá.”

Dice Isaías: “Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra todas las puertas. Escóndete por corto tiempo hasta que pare la indignación.”

Abandono ahora el ruido, las imágenes, los deseos y necesidades, las búsquedas, los objetivos y las expectativas, y entro en lo oscuro, en lo más hondo de mi casa, en mi propia bodega. Y a oscuras me quedo y a oscuras me siento. Salgo de la dispersión, para estar solo aquí, para ser solo, para ser solo en si en cada momento. Salgo de mis personajes, los que interpreto en cada momento, aquieto mi cuerpo, aquieto mi espíritu, aquieto mi alma. No juego ni siquiera a ser el meditante. Abandono y me rindo, me despojo de identidades, en este estar aquí, quieto. No hay testigos sobre los que he de interpretar ningún papel, no hay representación que realizar, no hay esquemas que perseguir. Solamente me confronto a eso, a no-dos.  

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Introducción al Zen (primera parte): Ruidos y gritos

(Transcripción del primero de tres teishos dedicados a la esencia de la práctica del zen. Ver (Sati), enfrentarse directamente a nuestros ruidos, a los gritos del nuestro consciente y subconsciente, a las diversas formas de atraparnos, de montar personajes, mitos y pertenencias, es el primer paso del camino espiritual. Teisho dado en el Zazenkai de septiembre de 2022 por Pedro San José. 25 de septiembre de 2022)

Empezamos un ciclo corto de tres teishos sobre la Introducción al zen. No voy a hacer una introducción al Zen al uso (eso lo encontráis en el canal de YouTube: Introducción al zazen, la postura…) ni tampoco hablar de la historia del Zen. O sea que, si queréis introducir a alguien en el Zen, que vean esos vídeos primero. Y de lo que va esto es de algo que todos nosotros tenemos que refrescar que es la esencia de lo que hacemos.

Y hoy vamos hablar de ruidos y gritos. Porque lo primero que un practicante espiritual, no diría solo de zen, debe hacer es enfrentarse a sus ruidos y a sus gritos. Y, cuando hablo de ruidos, no me refiero a los sonidos de la calle, el ruido del coche, el parloteo del niño, el susurro del viento, incluso esos sonidos desagradables que a veces aparecen en las ciudades. No son esos ruidos: esa es la realidad, ese es el sonido de la realidad. Ni tampoco siquiera las sensaciones que aparecen o los pensamientos que circulan porque también eso es la realidad.

Los ruidos a los que me refiero son los ruidos de nuestra interpretación, de nuestro subconsciente, el proceso que empieza cuando lo que el Buda dice ‘dar nombre’, y cuando empezamos a ‘dar nombre’, empezamos a posicionarnos en relación con los temas que vienen en el mundo. Los gritos nos dicen cosas, o nos las decimos, los juicios, las interpretaciones, el cacareo interior, los estados de conciencia que asumimos, los apegos, esos son los ruidos.

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Actividades de octubre y noviembre 2022

Con el fin de clarificar el calendario de actividades de los próximos dos meses lo resumo aqui para vuestra información

Zazen diario

Seguiremos teniendo zazen diario desde el lunes hasta el viernes cada semana, de 7 a 7:45 de la mañana, hora de España. Cada cual puede incorporarse el tiempo que desee y pueda, entrando y saliendo en silencio en el zoom. Recuerdo el enlace: 

https://us06web.zoom.us/j/84610533439?pwd=eWpxaWJXU0k2cEtLUGExcGRJMmNvUT09
ID de reunión: 846 1053 3439
Código de acceso: 760628

Estimulo a todos a participar. La mejor manera de comenzar el dia es conectando con nosotros mismos en el ejercicio del silencio. 

Zazenkais

Celebraremos zazenkai el domingo 16 de octubre y el domingo 20 de noviembre, temprano en la mañana, con el siguiente horario: 

7:00 – 7:30.- Kinhin rapido (cada cual individualmente)
7:30 – 9:00.- Zazen – Kinhin – Zazen
9:00 – 10:00.- Desayuno (cada cual individualmente)
10:00 – 11:45.- Zazen – Kinhin- Zazen
11:45 – 12:30.- Teisho
12:30 – 13:15.- Zazen y recitación final

Los temas de ambos zazenkais completaran el ciclo de introducción al zen: 

OCTUBRE: 

SILENCIAMIENTO Y LIBERACION


NOVIEMBRE: 

COMUNION CON TODOS LOS SERES


El enlace para el zazenkai de octubre es:
https://us06web.zoom.us/j/85928661062?pwd=dTlFcm5MeUluRGZYS3JjV29FbGptQT09
ID de reunión: 859 2866 1062
Código de acceso: 336987

El enlace para Noviembre (que recordaremos) es: 

https://us06web.zoom.us/j/87009334925?pwd=WjJoVkpzT0hvVEhoSGh4ZGo3UHlVdz09
ID de reunión: 870 0933 4925
Código de acceso: 433274

Foro de contemplativos
En el siguiente sábado al zazenkai de Octubre (22 de Octubre), tendremos el Foro de Contemplativos sobre el mismo tema del zazenkai, con oportunidad de compartir con todos. Recuerdo que el foro esta abierto a todos los que practican silencio, con independencia de la práctica. os ruego que invitéis a los que puedan estar interesados.

Siento que en Noviembre no podamos tener Foro ya que coincide con otras actividades de Nube Vacía. El horario del foro para Octubre 22 será como sigue: 

19:00 – 19:45.- Zazen
19:45 – 20:30.- Foro
20:30 – 20:45.- Zazen y recitación final

Las actividades del 
Retiro de Zen de Diciembre
han sido anunciadas aparte, y las encontráis en http://espirituyzen.org/. El enlace para los que quieran participar dias sueltos y para los que lo sigan on-line será anunciado mas adelante. 

Abrazo. ¡Paz y Bien!
Pedro San Jose
Zeb Lehrer

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Convocatoria del Retiro de Diciembre de Espiritu y Zen

Sesshin es retirarse para la practica intensiva de conexión con la mente corazón, que es como volver al hogar esencial, permitirse dedicar un tiempo a simplemente ser, gozar de la existencia desde la plenitud de ser… nada y todo a la vez. 

Este año dedicaremos nuestro sesshin al Linji-Lu, las enseñanzas del maestro Linji, conectadas con el periplo que realizamos de hacer unidad dentro de nosotros, de soltar y silenciar los ruidos y los gritos, de abrirnos sin miedo a lo que no cae en sentido

Este es Horario del retiro Diciembre 2022 y Inscripción a retiro diciembre de 2022El periodo de inscripción terminará el proximo dia 17 de Noviembre, pero os ruego que realiceis la inscripción en cuanto podais para ir cerrando el tema con la Hospederia. Existe la opción de realizar retiro corto, hablandolo con Pedro. 

Os adjunto aqui La situación de Hospederia y como llegar a Hospederia

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El túnel del ego, charla de Willigis Jägger

(Charla dentro del retiro de zen y de contemplación que tuvo lugar en Madrid del día 19 al 23 de septiembre de 2012. El autor es el fundador de la línea de zen "Nube Vacía" y de la línea de contemplación "Nube del No Saber" La charla trata de la tarea esencial de superar la conciencia egoica, con la práctica del silencio.)[1]

Hace cuatro mil millones de años no había nada. Estamos aquí desde hace unos miles de años y nosotros vamos a morir. ¿Hay acaso un infierno, hay acaso un fuego, hay acaso un cielo? Somos un simple sueño en este universo inmenso. Nosotros como especie todavía no estamos lo suficientemente despiertos a nuestra verdadera esencia. Existe una creencia en un Dios que cuida de nosotros y que nos ordena. Pero esta fe es un misterio, se pasa. Pero también tenemos una consciencia evolucionada, desarrollada, de que estamos aquí y esa conciencia es un ámbito limitado. Nosotros podemos salir de esa limitación. Si nosotros queremos salir, haremos lo mismo que hicimos ayer. Tenemos que llegar a un nivel en el cual podemos pasar esa frontera. El camino del zen y también el de la contemplación cristiana nos acercan a esa frontera para poderla pasar. Cuando uno medita durante muchos años, entonces está en disposición de dar ese paso. La individualidad se contempla como una ilusión, una fantasía. Quien atraviesa esa frontera se acerca al nivel de la unidad y del Amor Uno.

Nuestra esencia es unidad y amor y, quien quiere conocerse realmente a sí mismo, tiene que acercarse a ese nivel. Y este nivel al que llegamos es el nivel más alto del zen y de la mística. Jesús nos ha mostrado este camino. Él le dijo a Nicodemo: Tú tienes que nacer de nuevo. Pero no significa que tuviera que volver a nacer de nuevo, sino que tenía que superar la frontera del ego.

Tú tienes que desarrollar un nuevo sistema de conocimiento, de comprensión. Nuestro ego está muy impresionado por nuestras propias emociones. Nosotros somos budistas, cristianos, musulmanes, europeos, americanos, asiáticos… Tenemos que comprender que nuestro cristianismo nos tiene que llevar a superar esa frontera. Yo me siento cristiano, me sé cristiano, pero, sin embargo, me abro a esas otras religiones.

En todo este universo de tantos millones de planetas seguro que hay otras personas que viven igual que nosotros. Pero seguramente tienen una vida muy diferente. A diez mil metros por debajo del mar, en la más absoluta oscuridad, hay formas de vida y tienen una vida completamente diferente a la que nosotros conocemos.

Durante cinco veces, a lo largo de la historia de la Tierra, ha sido destruida. Meteoritos, volcanes, etc., han destruido cinco veces la vida en la Tierra y, si no cambiamos, no tenemos prácticamente ninguna posibilidad de seguir viviendo como hombres aquí. Solo ciento veinte mil años estamos nosotros como especie aquí. Solamente ciento veinte mil años en este inmenso universo. Siete millones de años han ido evolucionando el ser humano desde distintos elementos en la Tierra. Así fue el comienzo de nuestro ser como hombres. Nuestros antepasados los monos no han evolucionado, siguen en los árboles. Muy despacio hemos ido evolucionando para llegar a ser lo que hoy día somos. Pero no vamos a permanecer aquí. Tendremos que llegar a ese otro nivel que refleje nuestra esencia.

Catorce mil guerras ha habido según la Academia Noruega de las Ciencias ha constatado. En ese tiempo quinientos millones de personas han sido asesinadas. Somos una especie especialista en matar. Hemos tenido a un Hitler, a un Mao… que han matado a millones de personas.

Ocho mil millones de personas viven hoy día en la Tierra. ¿Dónde vamos a ir cuando muramos? ¿Y dónde están todos aquellos que han muerto antes de que nosotros estemos aquí? No hay una respuesta clara de qué va a pasar con nosotros. Este es el deseo de todos, de que van a seguir viviendo de nuevo. Pero nosotros somos bastante distintos de lo que nuestro yo piensa. En el fondo de nosotros no existe el tiempo.

Pero es muy decisivo el hecho de que como hombres estemos aquí. Tenemos que entender profundamente el sentido que tiene ser seres humanos. Si nosotros nos mantenemos en el círculo egocéntrico seguiremos haciendo lo que han hecho los anteriores.

Hoy día las ciencias nos hablan de una consciencia que está más allá del ego y dicen que incluso los pensamientos son materiales. Pero nosotros somos más profundos que el mero hecho de lo que dicen nuestros pensamientos y este es el camino tan importante que hay que hacer. Ese camino tiene influencias directas incluso en nuestro cuerpo físico.

Ayer estuve leyendo un artículo en el periódico. Si tú quieres llegar a superar la frontera de lo que tú eres tú mismo tienes que ir más allá de tus pensamientos. Y cuando sales de tu propio yo, tú no sales de aquello de lo que tú quieres, sino que permaneces en aquello mismo que eres. Eso es lo que intentamos con esa respiración que entra y sale. O cuando caminamos es solo ese paso. No soy yo quien respira, no soy yo quien camina, sino que es el simple paso, la simple respiración. Ese es el camino que nos permite compartir el zen y la mística cristiana. Y ese camino tiene un poder muy fuerte en nuestra salud. Los que hacen ese camino, demuestran hoy día las ciencias, viven mucho más que el resto. Nosotros somos esos hombres.

Tomás de Aquino, el teólogo que nos transmitió esos grandes escritos, tuvo una experiencia muy profunda en Fossanova en la iglesia al final de su vida y dijo a sus seguidores, a sus amigos: “Todo lo que yo he escrito es paja en comparación con la experiencia que acabo de tener.” Todos esos escritos inmensos carecían de sentido. Ese nivel al que había llegado en su experiencia estaba mucho más allá que su consciencia intelectual. También Ignacio de Loyola tuvo una experiencia parecida. Él estaba en la iglesia de San Pablo y, de repente, tuvo una profunda experiencia. Él le dijo a uno de sus seguidores: “El total de mi vida es nada comparado con esta experiencia que acabo de tener. Lo que en este minuto acabo de vivir es mucho más que todo lo que haya podido escribir.” Cuando nosotros alcanzamos ese nivel vemos lo que somos de verdad.

Hay un nivel en nosotros que es el nivel intelectual. Y este nivel más allá de nosotros, está libre de todo, está más allá del zen, más allá del yoga vedanta, más allá del sufismo.…  y ese es el nivel que nosotros queremos alcanzar. Queremos alcanzar un nivel en el que comprendamos aquello que somos realmente.

El cuarenta por ciento de los europeos están invitados a este tipo de nivel. Han perdido el sentido de su vida. Muchas mujeres que tienen a sus niños piensan qué es lo que pasa con ellos, qué significa mi vida, cuando me haga anciano dónde voy a ir: al cielo, al infierno, al fuego… Lo que tenemos en nuestra mente intelectual es simplemente una interpretación, nunca es la verdadera esencia. Lo que aquí buscamos es precisamente ir a ese nivel en el que se manifiesta nuestra verdadera esencia. Y cuando llegamos a ese nivel de nuestra verdadera esencia comprendemos el sentido que tiene nuestra vida y perdemos el miedo a la muerte. La intuición del sentido de nuestra verdadera existencia viene precisamente de aquí.

Quiero leeros un texto de un místico, un místico de nuestra iglesia cristiana. Dice san Juan de la Cruz: “Cuando he hecho mi experiencia más profunda, entonces no he encontrado a Dios. He vivido que soy la misma cosa. Yo experimenté que yo soy el mismo ser. Por eso cuando tengo esta experiencia dejo fuera el intento de comprensión de Dios. Mi experiencia de mi esencia es mucho mejor, mucho mayor que la experiencia de la comprensión que me da la religión.” La religión cristiana es muy importante para mí. Pero me conduce precisamente a ese nivel en el que abandono el ego y comprendo mi verdadera esencia. Por eso cuando experimento mi verdadera naturaleza interna, entonces me experimento a mí mismo y me comprendo a mí mismo.

Santa Teresa dijo algo parecido: “Es algo así como un río que está fluyendo en el mar. Mi ego es como el agua que se disuelve. Es como la luz que va entrando por distintas ventanas. Mi ego se expresa como por muchas ventanas. Pero en esencia lo que soy es la luz.” Y eso es muy distinto de lo que nosotros normalmente decimos.

Juan de la Cruz dijo a sus seguidores: “Yo me voy y no sabéis dónde. Y permanece en no-saber. A dónde voy digo que no lo sé. Es verdaderamente lo que yo realmente soy.” Y todo lo que comprendió en visiones o en otras manifestaciones y tú eres muchísimo más importante que todas esas manifestaciones místicas. Los místicos cristianos nos conducen a ese nivel en dónde pasamos más allá del ego.

Otro místico, Nicolás de Cusa, al volver de Constantinopla tuvo una profunda experiencia. Él escribía a un seguidor suyo: “He encontrado un lugar en el que Dios no puede ser ni siquiera comprendido. Todos los que llegan allí se hacen uno.” Es lo que definió como la coincidencia de los opuestos. “Allí tú llegas como si realmente llegaras a tu hogar.” ¿Alguien puede decir algo parecido?

Lo que aquí intentamos es llegar a ese nivel en el que superamos los límites de nosotros mismos. Yo decía ayer: debemos salir del túnel del ego, tal y como decía el científico. Nuestro yo nos permite ser hombres, seres humanos, pero es una frontera a superar. Yo solo puedo entender lo que realmente soy cuando soy capaz de superar esa frontera y eso es lo que intentamos aquí. Y el camino es muy simple. Es simplemente hacer este ejercicio como vamos a hacer hoy y mañana. Y el ejercicio es muy sencillo: yo solo tengo que llegar al aquí y al ahora, más allá del ego. Y, si yo estoy en el aquí y en el ahora, estoy totalmente presente en ese momento. Para eso es para lo que hacemos este ejercicio de estar presente en la respiración. El ego, el yo, ya no está. Simplemente está el respirar. Es un ejercicio muy sencillo pero lo podemos hacer difícil. Nuestro yo siempre vuelve, pero el ejercicio es muy simple. Tenemos que volver una y otra vez a esa respiración. Lo repito: no se trata de que “yo respiro” sino que “el aire entra, el aire sale.” O cuando estamos caminando, es “solo ese paso.” Es tan simple, ¡pero tan difícil! Y no vamos a ningún sitio mientras simplemente estamos aquí y ahora. Nuestro ego nunca nos va a decir la realidad de lo que somos. El ejercicio me conduce a ese nivel en el que el ego se deja atrás y comprendo lo que verdaderamente soy.

Ya no tengo nada más que decir. Intentad hacer este camino. Intentad una y otra vez en estos días volver de nuevo al aquí y al ahora. Cuando vais caminando, ir solamente en este paso aquí y ahora. Hoy nos dicen los científicos que quien camina “solo un paso” durante media hora es tan sencillo, pero a la vez ¡tan difícil!

Se trata solo de seguir las huellas, andar ese camino, ese tan sencillo camino y os conducirá a vuestra verdadera esencia. Y el día que muramos volveremos a la verdadera vida en la que de verdad esta nuestra esencia. Esa ola momentánea, que en un momento de tiempo somos, regresa de nuevo al océano. De vuelta a la esencia que de verdad somos. Os repito: nuestro ego no nos revela nuestra esencia. Esta es la cosa más importante y valiosa. En estos días podemos comprender que somos mucho más de lo que el ego nos dice que somos. Y ese, ese es el camino que hacemos aquí.

Y ahora lo que vamos a hacer es practicar. Haremos dos períodos de meditar aquí y un período de caminar rápido fuera.

 

Recitación:

Abandone la persona las imágenes de las cosas por completo y vacíe su templo (…). Porque si el templo estuviese vaciado y las fantasías que le ocupan afuera entonces sería posible transformarte en casa de Dios y no antes, hagas lo que hagas. Y entonces tu corazón estaría en paz y tendrías la alegría y ya nada te molestará de lo que ahora constantemente te está molestando, preocupando, haciéndote sufrir.

Eso lo dijo un místico cristiano.

 

 

 

 

 


[1] Transcripción de la traducción del alemán al castellano

Nota: La conferencia se puede escuchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/tunel-del-ego-willigis-jager-audios-mp3_rf_1447422_1.html

 

 

 

 

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Los cuatro votos

Los seres que sufren son innumerables.

Todos los que son sometidos por el hambre,

por razón de religión, etnia, creencia o sexo.

Todos aquellos que desesperan

en un mundo que ven caótico,

los que se sienten enfermos

o los que están sometidos

por la opresión, por su condición social o por razones de justicia.

Por todos los encarcelados que sufren en sus derechos básicos,

por las viudas abandonadas,

los niños explotados

y los ancianos despreciados.

Mi cuerpo y mi espíritu están comprometido con ellos.

Estoy decidido, estoy decidida, a acompañarlos

y a sufrir su propia suerte

hasta que todos los seres superen la cadena del sufrimiento.

 

Las ocasiones que me llevan a la ceguera no tienen límite.

A causa de mi deseo de posesión, por celos, por envidia,

por avaricia o por soberbia.

A causa de mi carácter violento, de mi intolerancia

o de mi necedad

que me lleva al rechazo y la exclusión de mis hermanos,

a causa de sentirme en posesión de la verdad

(o de creer formar parte de los dueños de la verdad),

o de sentir lástima por el que considero inferior.

Que sea yo sometido, despreciado y rechazado

hasta comprender que no hay separación

y pueda superar mis límites

y mi incapacidad de ver lo que es.

 

Los momentos de la vida que son oportunidad

para mirar, escuchar, comprender

y abrir mi espíritu a lo que realmente es

son incontables.

Que cada uno de esos momentos

sea un momento de práctica y participación,

de manifestación y silencio lleno de contenido

que permita manifestar la luz solitaria que luce en mí.

 

El camino que me lleva a la comunión

y a vivir la unidad del entramado amoroso

de la conexión completa

y de la manifestación de plenitud,

es la única realidad,

la presencia permanente.

Que pueda esta existencia estar dedicada

a esa manifestación,

a esa vida amorosa,

a la que todo lo que existe pertenece.

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Willigis Jäger

Willigis Jäger representa una espiritualidad contemporánea aconfesional que proporciona a los buscadores del siglo XXI respuestas a sus preguntas perentorias.

 

Willigis Jager es maestro Dharma por las lineas de Chan de china y la Sambo Kiodan de Japon. Es fundador de la línea de zen "Nube Vacía" y de la línea de Contempalción "La nube del No Saber". 

Como Maestro Zen y de Contemplación está influenciado tanto por la mística cristiano-occidental como por el Zen oriental y, al mismo tiempo, y más allá de estas confesiones, se centra en lo que constituye la base de todos los caminos espirituales occidentales y orientales. Su entendimiento de la Sabiduría Occidental y Oriental está basado en la Philosophia Perennis que encuentra su expresión actual en una forma integrativa de pensar y actuar. Forman parte de esta visión la integración de ciencias naturales modernas y el actuar económico-político-social que se manifiesta en la práctica cotidiana.

Publicaciones

Willigis Jäger ha publicado más de 20 libros y ha sido traducido a 40 idiomas. Su obra es inspiración para muchos buscadores.

 

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Influencia y relaciones de otras tradiciones en la práctica del zen

Es necesario la inculturación de la practica del zen en el espíritu y cultura del hombre y la mujer europeas y de las sociedades occidentales, partiendo del reconocimiento y la comprensión de la encrucijada de sabiduría que se produce entre Oriente y Occidente. Si hemos de definir los componentes principales de esta inculturación que dan forma a nuestra forma de practicar, diríamos:

  1. Supone una separación de la practica del zen de la confesión condicionante al budismo en cuyo seno nació y se desarrolló, sobre la base del respeto y aprendizaje de sus fuentes, pero con la comprensión de que la práctica es neutral ante el fenómeno religioso. Así el Zen viene a ser patrimonio de la humanidad para el avance espiritual y no la forma espiritual o contemplativa de una de las tradiciones.

  2. Este componente laico de la práctica la aleja de la adscripción, ni en la práctica misma ni como una condición previa necesaria, de cualquier sistema de creencias o de estructura dogmática, incluyendo las prevalentes en Europa, igualmente la aleja de cualquier interpretación del mundo o de posicionamientos metafísicos

  3. Supone por lo mismo, y paradójicamente, la recuperación de la tradición mística europea como aportación de sabiduría de Occidente. Es un flujo de sabiduría que influye y relaciona la práctica no como un camino que surge de oriente sino como un patrimonio de la humanidad que recoge la experiencia no solo yóguica, budista o daoista, sino también cristiana, sufí o de espiritualidad contemporánea no adscrita a creencias. El zen es “una practica más allá de toda doctrina”, pero se alimenta de la experiencia de los sabios y maestros de oriente y de occidente.

  4. El zen supone una transformación de la conciencia y de la vida, confrontando la conciencia egoíca y atravesándola en el sentido de Eckhart1, o transcendiéndola en el sentido de Marià Corbí. Por tanto, aunque tiene connotaciones con la llamada practica de mindfulness2, transciende esta práctica y se sitúa en otro plano.

  5. El ámbito de la práctica del Zen, a diferencia de su escenario original, vinculado a la prevalencia de una sola metafísica y religión (el Budismo), frente a cuya ortodoxia el Chan apareció como una rebelión pragmática, convive en Occidente con una multiplicidad de corrientes y tradiciones que pueden encontrarse en la misma ciudad o comunidad local, teniendo por tanto que establecer relaciones y aprendizajes de una gran diversidad de tradiciones, que modulan y transforman progresivamente la práctica, en el sentido de mayor simplicidad ritual, de mayor vaciamiento normativo y, al tiempo, de mayor influencia de otras experiencias, místicas o no.

  6. En los últimos siglos Occidente ha sufrido una sequía importante de corrientes de práctica contemplativa o de meditación no objetiva. Por ello, paradójicamente, cuando la práctica del zen muere en Japón y se reaviva intensamente combinada con la religión ritual en China, florece en Occidente buscando la sabiduría original de los maestros antiguos. Supone una relectura, desde una perspectiva laica, de las tradiciones originales.

1 Sermón “Beati pauperes spiritu”
2 La practica de la plena atención es la traducción del pali “Satipathana”. Sin embargo este término significa realmente “la practica de la plena atención para venir a – transformar – la esencia, la realidad (Thana)

Por ello pudiera entenderse pretencioso realizar un repaso transversal de las diferentes tradiciones y su influencia en la actual práctica del zen, tal y como la comprenden los maestros y practicantes de “Nube Vacía”, dado el nivel inicial no completado del proceso de inculturación que arriba se cita. Pretenderemos solo, sobre la base de la caracterización de los elementos principales de la práctica, realizar unos apuntes someros sobre convergencias y divergencias de algunas tradiciones o autores relevantes.

Doy por sentado que en otras ponencias se ha repasado sobradamente y con mayor autoridad los fundamentos budistas y daoistas del Chan y del Zen, partiendo mi intervención desde ahí.

La esencia de la práctica es la superación de la conciencia egoíca, perseguidora de soluciones, deseos y necesidades para “completar” nuestra existencia, para llegar al reconocimiento de que ya esta aquí lo que buscamos, viviendo una experiencia de vacío de realidad independiente. Nuestra vida entonces se manifiesta como proceso en libertad, no apegado a la existencia ni a la no existencia, parte y todo con la realidad, presente y presencia, rompiendo con la neurosis actual por la búsqueda de identidad.

Nuestra practica tiene varios hitos esenciales que voy a utilizar como “faros” para la búsqueda de convergencias y divergencias en las tradiciones:

  • El proceso de silenciamiento de nuestra mente discriminativa, de nuestros apegos a tener, a rechazar y a mantener, a congelar creencias e interpretaciones.
  • El proceso de interpelación de la realidad, de la práctica de la pregunta, de la apertura a la incertidumbre, que supone la entrada en el conflicto de evolución de la conciencia, en la noche del espíritu.
  • El proceso de vaciamiento, de apegos a deseos y necesidades, a lo que se quiere, lo que se sabe y lo que se tiene, a la existencia y a la no existencia.
  • El proceso de presencia, de estar aquí y de ser ahora, aceptando nacer y morir a cada instante.
  • La práctica en la Cotidianidad.- Como la expresión del Zen en medio de las cosas y los seres, con el compromiso radical, presente, de presencia, en cada momento, en cada lugar, como se indica en el tercer voto del bodhisattva, o en la vuelta al mercado del boyero de Kakuan.

Por supuesto cada uno de estos “faros”, procesos o elementos de la práctica requieren en si mismos una clarificación y desarrollo para lo que esta ponencia no tiene espacio. El que este interesado puede consultar las diversas charlas y documentos disponibles de los maestros, incluyendo las propias de Nube Vacía.

CONVERGENCIAS

BUDISMO ORIGINAL

La enseñanza del Buda está originalmente vaciada de los componentes teológicos y metafísicos del Vedanta, que han sido asimilados posteriormente en el budismo ortodoxo en sus diferentes formas, tanto en su corriente Hinayana, Mahayana o Vajrayana. La clave de la enseñanza del Buda es el sermón de la verdades que ennoblecen. La convergencia con nuestra práctica es así:

  • Silenciamiento.– El proceso inicial de la práctica de Dhyana o meditación practicada por el Buda, lleva al silenciamiento, encontrado en la doctrina de Annata y en la práctica del Samadhi, que son los antecedentes directos de la práctica que el Bodhidharma transmitió.
  • Interpelación y pregunta.– Es el tránsito propugnado por el Buda desde el hogar al sin-hogar, que le llevó a confrontar la realidad. Es la asunción básica de dukkha, de la imperfección, la insuficiencia y el sufrimiento de los seres, en su concreción y complejidad, que originó el camino que el Buda emprendió.
  • Vaciamiento.– El proceso de vaciamiento de la mente discriminativa, expresado en el Chan por el Shin Jin Mei, es el proceso de Alia to Tanha, del lugar definido y consolidado, de la identidad propia a la ausencia de existencia separada (experiencia de vacío). Es el proceso de Annata alcanzado a través del Samadhi. Del ser alguien a venir a ser nadie.
  • Presencia.- La manifestación de la presencia, expresada por el Satori del zen es en el Buda llegar al nirvana, la finalización del ciclo de nacimientos, o experiencia de vacío de realidad inherente, la impermanencia de todo lo que existe. Asi es definida en el Ariyapariyesana Sutra:

“…Este Dharma al que he llegado es profundo, difícil de ver, difícil de comprender, pacifico, sublime, más allá de la visión de opiniones y juicios, sutil, para ser percibido por los sabios. Pero esta generación goza en el apego, se excita por el apego, disfruta con el apego. Así que una generación atrapada por el apego, excitada por el apego, disfrutando en el apego, tiene dificultades para ver esta verdad, esto es, la condicionalidad de todo lo que existe, el origen dependiente de las cosas. Y es difícil de ver esta verdad, esto es, la contingencia de todas las formaciones, la superación de todos los apegos, el final de la posesión, la ecuanimidad, la cesación, el nirvana. Y si fuera a enseñar el Dharma, otros no me entenderían, y esto sería agotador para mí, y lleno de complicaciones…”

  • Cotidianidad.– Se expresa en el Buda en la práctica de la Gran Compasión, resultado de la no separación original, de la expresión del no-dos.

¡Pueda ser yo el soporte de la vida
de todas las incontables criaturas
como lo hace el espacio y los grandes elementos de la tierra.

Shantideva

JESÚS DE NAZARET.- CRISTIANISMO PRIMITIVO

Diferenciamos entre la teología cristiana, tal y como quedó conformada en el siglo III y IV, y las aportaciones originales de Jesús de Nazaret, tal y como han sido reconsideradas por el Jesus Seminar y la corriente de la búsqueda del Jesús histórico de diferentes aportaciones, incluyendo los textos gnósticos de Nag Hamadi, particularmente Tomas I. Desde aquí realizamos esta confluencia.

  • Silenciamiento.- El proceso de alejamiento al desierto del maestro de Nazaret, con su Metanoia y su visión interior, está en el principio de su misión y se repite continuamente en su oración nocturna. También se expresa en la evolución del cristianismo primitivo en el movimiento de los padres del desierto, que reaccionan frente al intento de convertir el movimiento cristiano en una práctica cosmopolita ligada al poder (Juan Casiano, Isaac de Nínive). Es el acompañante básico del movimiento de liberación de Jesús: “Bienaventurados seáis los solitarios…porque encontrareis el Reino. Porque venís de él y en él entrareis de nuevo “ (Tm 49). A ese proceso se refiere Juan Casiano:

… cuantas veces te encuentres con esta contemplación ininterrumpida, has de tener la sensación de haberte caído de la altura de tu espíritu… ya que El Reino de Dios está dentro de vosotros…
no es comida ni bebida, sino justicia, alegría y paz en el Espíritu Santo…

  • Interpelación y pregunta.- En el Buda la experiencia concreta del sufrimiento le llevó a iniciar su camino. En Jesús es la vida al lado de los pobres de Galilea lo que le llevó a proponer la liberación condensada en su propuesta del Reino de Dios:

Mas el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros (Tm 3)…

Partid un leño y allí estoy yo; levantad una piedra y allí me encontraréis (TM 77)

  • Vaciamiento.- El proceso de vaciamiento en Jesús se expresa en su proceso vital, pasando del hogar al sin hogar, del reconocimiento a “no tener un lugar para reposar la cabeza”, de su presencia expresada en el arquetipo de su oración en el monte, de su ¡Abba padre!, que culmina con el abandono en el monte de los Olivos, y a su aniquilamiento en el abandono espiritual expresado en la cruz: ¡Eloi, Eloi, ¿Lema Sabactami?!. Por fin, su propia muerte y fracaso es simbología y arquetipo de las muertes que se producen en el camino espiritual.
  • Presencia.- La presencia en Jesús es la presencia … por toda la tierra… del Reino de Dios… del Padre viviente… para que todos vengan a ser uno. Y se expresa en la propuesta del amor incondicionado como forma de vida. Así la expresión del amor lleva a la plenitud y a la paz:

Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre, y cuando encuentre se turbará, y cuando haya sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará el reposo (Tomas 2)

  • Cotidianidad.- Es el mensaje central de Jesús, expresado en el mandamiento del amor y simbolizado con la práctica de la comensalía abierta, del ágape. La presencia ha de llevar al amor incondicional, que supone una continua búsqueda para la igualación. La comensalía abierta es la expresión del igualitarismo de Jesús (todos iguales en el Reino), y signo de la presencia:

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno aun para con los ingratos y malos. Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados (Luc 6)

SUFISMO – LA MÍSTICA DEL AMOR

El sufismo es una propuesta mística dentro de una corriente del Islam, que expresa el camino de unidad del espíritu, el camino del amor místico, a través de la manifestación unitiva. Khalil Gibran, Rumi y muchos otros expresan esta manifestación.

  • Silenciamiento.- Es el proceso que lleva al estado de silencio expresado por

“Sokout daw Ghanimat ast”  “Silencio. La respiración es preciosa” Lo que lleva a una práctica de profundización hacia dentro, en la búsqueda de la unión.

  • Interpelación y pregunta.– El sufí se interroga por la realidad, pero en esa interrogación no necesita respuesta, pues dice:

“La respuesta se encuentra allí donde la pregunta aparece”

Supone situarse en el continuo presente, en la realidad completa.

  • Vaciamiento.-

“Hasta la orilla del Océano hay huellas. más allá no queda huella alguna”

cita Rumi, invitando a sumergirse en el Océano que es la ausencia del yo. Sufismo es el proceso de transformarse en Océano.

El Sufismo, definido en esencia, es el camino del Amor. Y ¿qué es el amor? El Amor es la ausencia del Ego… y ¿qué es lo que define la ausencia de Ego? Dios. Dios es la total ausencia del Ego. Por lo tanto es el camino que conduce a Dios (mediante la desaparición del ego). Y ¿qué es un camino? Un camino es lo que te lleva desde del punto donde estás hacia una meta. El camino del amor te lleva al Amor como estado del Ser…

“Es el amor que os desgarra para desnudarnos de nosotros mismos, a fin de no poseer y no ser poseído”

  • Presencia.-

Muhammad explica que los seres humanos duermen. Afirma que el estado verdadero del Ser esta latente, pasivo, y solo cuando morimos, al fin, nos despertamos. Por eso, el tipo de vida que tenemos muchos de nosotros es un sueño, no es real: hay que morir para despertar. Esto es la presencia, que en el sufismo se busca abandonando el yo y viviendo en el amor y desde el amor.

Esta síntesis se encuentra bellamente expresada en el gran Hallaj, místico del Islam que fue, como otros en Europa, martirizado por herético:

“…con todo mi ser he abrazado todo tu amor, tu, que eres la santidad. Tu que has manifestado en mi tanto, que me da la impresión que eres tu mismo el que está en mi"

  • Cotidianidad.- La práctica del amor se manifiesta también en el sufí de forma operativa. Se presenta con esta admonición: Convertíos en un fragmento del corazón de la vida. Supone la desaparición como ser independiente para ser uno con cada cosa y situación, abrazando a la vida sin condiciones

MÍSTICOS EUROPEOS – NUBE DEL NO SABER

  • Silenciamiento.– El proceso de silenciamiento es el principio del proceso en el que la Nube se introduce. La propia simbología nos acerca al proceso, que es homólogo al inicio del proceso del Zazen:

Los contemplativos raras veces oran con palabras, y si lo hacen, son pocas. En realidad, cuanto menos mejor. Y además una palabra monosílaba es más adecuada a la naturaleza espiritual de esta obra que las largas. Pues desde ahora el contemplativo se ha de mantener contínuamente presente en el más profundo e íntimo centro del alma.

El proceso de silenciamiento al que lleva esta práctica supone que

… debes extender una nube del olvido por debajo de ti, entre ti y todo lo creado…de forma que quedes totalmente a oscuras para hacer esta obra contemplativa a la que te estimulo

  • Interpelación y pregunta.- La Nube aparentemente se aparta de todo lo existente, de criaturas y circunstancias, para ahondarse en el interior en el proceso contemplativo. Es una llamada sistemática a un sesshin vital, profundo y continuado, como diríamos en el zen:

Pues aunque en ciertos momentos y circunstancias es necesario y útil detenerse en situaciones y actividades concretas que atañen a personas y cosas, durante esta actividad es casi inútil. El pensamiento y el recuerdo son formas de comprensión espiritual en las que el ojo del espíritu se abre y se cierra sobre las cosas como el ojo del tirador sobre su objetivo. Pero te insisto en que todo aquello en lo que te detienes durante esta actividad resulta un obstáculo

Por ello no ha de entenderse el proceso de La Noche como un proceso de negación de la realidad, sino como una invitación continuada a la introducción en la tarea contemplativa, de forma que culmine el proceso que lleva, en los términos de la Nube a la unión con Dios, como realidad ultima.

  • Vaciamiento.- Este proceso de vaciamiento es esencial en la nube. Supone la superación de todo querer, de todo saber, y lo expresa de forma radical:

No trates de replegarte dentro de ti mismo, pues, para decirlo de un modo simple, no quiero que estés en ninguna parte; no, ni fuera, ni arriba, ni detrás o al lado de ti mismo. Pero a esto dices: "¿Dónde he de estar entonces? Según dices ¿no he de estar en ninguna parte!" Exacto."

La Nube exige una ruptura de identificación con el propio ser, lo que ha venido a ser llamado, quizás de forma no equilibrada como teología negativa. Sin embargo este proceso es el que también se exige en la práctica del zen.

  • Presencia.- De acuerdo con la tradición de la mística del medievo europeo, la presencia se interpreta y atribuye al proceso unitivo con lo divino, con Dios, expresado de forma que parece describir el Satori del Zen:

Cuando en otras ocasiones (la persona) comience a sentir un maravilloso fortalecimiento y unos deleites inefables de alegría y de bienestar, se preguntará si esta nada no es, después de todo, un paraíso celestial. Vendrá, por fin, un momento en que experimente tal paz y reposo en esa oscuridad que llegue a pensar que debe ser Dios mismo.

  • Cotidianidad.- La nube es una invitación al camino interior, expresado en la contemplación, y partiendo desde el olvido del yo permite la apertura a esa Nube en la que la propia oscuridad es el centro de la unión. Así se expresa

…Rechazar el conocimiento de todas las criaturas y abandonarlas todas bajo la nube del olvido… En esto consiste toda la obra…

El planteamiento de la Nube es una invitación al camino contemplativo, como aparente antinomia de la vida activa, expresado en la polémica entre Marta y María. Por ello no estimula a la práctica en la cotidianidad hasta que este camino sea completado. Le llame en consecuencia una invitación al sesshin vital. Es lo que se expresa cuando invita a estar en todo, estando en ningún lugar y en nada… siguiendo el ciego impulso del amor.

Maestro Eckhart

(Me remitiré aquí, dada la extensión de la obra del maestro, al que se considera padre de la mística europea medieval, al sermón de los Pobres de Espíritu citado)

La mística del maestro Eckhart está impregnada de un itinerario de vuelta al origen, partiendo de la interpelación sobre el sentido de lo humano. Se acerca de forma radical a la identificación de lo divino y lo humano, dejando una ligera línea que no sobrepasa. Por ello, y a pesar de ello, fue acusado de panteísta. En este itinerario la profundidad y paradoja de sus expresiones, le convierte en el maestro europeo con expresiones mas cercanas al zen, tal y como hoy lo practicamos.

  • Silenciamiento y vaciamiento.- El maestro Eckhart comienza su interpelación en los tres hitos de “Beati pauperes spiritu” con la interpelación “el hombre pobre es el que… no quiere nada, …no sabe nada, …no tiene nada”, y el desarrollo de estas tres nadas de forma radical suponen un cuestionamiento total de la existencia. La meta final es la unión desde el origen de lo divino y lo humano, del fondón del alma humano con el fondón divino. Ha de suponer un vaciamiento completo de si mismo, incluyendo cualquier idea religiosa o expectativa de ser ocupado por Dios o su obra, “quedando aquí vacío de Dios y de todas las cosas”… es el cuenco vacío que queda vacío.
  • Interpelación y pregunta.– La interpelación principal es ¿quien soy yo en esencia?, o mejor ¿quien vengo a ser? A esta pregunta Eckhart responde con una frase criptica, que supone todo un reto para los practicantes del silencio y que es esencial en su construcción metafísica,

…venir a ser quien era cuando todavía no era…

Ya que constituye en sí mismo el gran koan del Maestro Eckhart. Siendo la causa propia, Eckhart diferencia el yo oculto, eterno desde el origen, del yo empírico, al que hay que acallar para que el yo oculto se manifieste, que es eterno, causa de sí mismo, y co-engendrador de Dios mismo como creador de todas las cosas. Por ello dice que ha de morir el hombre viejo, para que el nuevo se manifieste. Plantea una interpretación metafísica de la transformación del hombre por medio de la gracia. A eso llama Eckhart “atravesar”, más allá de “fluir”.

  • Presencia.- En Eckhart la presencia es el ámbito de lo divino, en la asunción radical del pobre de espíritu que viene a ser “nadie y nada”. En el hombre nuevo se manifiesta el yo oculto como un absoluto, eterno, que da lugar al yo empírico, condicionado e inmanente. Eckhart se acerca a la no necesidad del Dios otro en la realización, ya que …yo fui la causa de mi mismo… y no tenia ningún Dios pues estaba en mi primera causa…
  • Cotidianidad.- En Eckhart se expresa con la enseñanza del nacimiento eterno. Todo está naciendo en cada momento. Desde desde este yo oculto, nacieron todas las cosas. La transformación radical del hombre conlleva también la transformación radical de todo lo existente

Juan de la Cruz

  • Silenciamiento.– Las tres nadas de Eckhart se manifiestan de igual manera en Juan de la Cruz en La subida al monte Carmelo. El camino del silencio, de ese salir de la propia casa, del propio lugar, para ir en busca, simbología del proceso de silencio del viajero espiritual ha quedado para siempre grabado en el corazón en los bellísimos versos de “La Noche Oscura”

Este camino manifestado en la Noche Oscura : “…a oscuras, que nadie me veía…” Es el proceso de anulación de los ruidos del yo, en el camino de purificación del almapage8image60691136 page8image60691520 page8image60693440 page8image60693824 

  • Interpelación.– La pregunta clave en el Cántico espiritual es dónde está el Amado ¿a dónde te escondiste…? Y la respuesta está en cada paso, en cada lugar: …mil gracias derramando pasó por estos cotos con presura… Es un proceso de entrar en pérdida en búsqueda de la unión. El camino de Juan es un itinerario espiritual de sentirse separado para ser completado en el Amado. La comparación con el poema del boyero es evidente, en el que el buey blanco (aquí, el Amado) es la presencia, la experiencia de unidad manifestada en el encuentro, en el caso de Juan, y en la manifestación en el Boyero

  • Vaciamiento.– Se expresa con la depuración expresada como noche espiritual, que implica un proceso activo (la subida al monte Carmelo) y un proceso pasivo (La Noche Oscura) Deshacerse de todo apego a las criaturas, rememorando desde otra cultura el proceso de la segunda noble verdad del Buda.
  • Presencia.- Es la manifestación del Amado y el canto amoroso de unión, expresado con la más bella poesía mística. Y así el alma puede exclamar:

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

Es necesario notar que se parte de una separación y se llega a una unión, punto de partida diferente del Zen

  • Cotidianidad.- La subida al Monte Carmelo expresa como ha de ser el camino vital del que ha realizado la presencia:

Podríamos desarrollar ampliamente la sabiduría de Oriente (Nagaryuna, Shantideva, Lao Tse, etc., por no citar los maestros clásicos del zen) o otros grandes místicos de Occidente, (las beguinas, Taulero, Ruysbroeck) o la práctica del monte Athos, todos ellos con convergencias en relación con el zen. Pero me llevaría a dar excesiva extensión a ésta ya de por sí larga presentación. page9image57637888 page9image57625216 page9image57636928

DIVERGENCIAS

A lo largo del relato anterior, han podido ya entreverse algunos contrastes importantes que permiten enriquecer la comprensión de nuestra práctica. Habré de realizar en la búsqueda de divergencias un esfuerzo nuevo de síntesis, limitándome a algunas “pinceladas” esenciales.

En primer lugar es necesario distinguir lo que K. Wilber y otros autores llaman religión exotérica, o práctica religiosa externa, manifestada por mitos y creencias, y cuya relación con la “realidad última” se mediatiza e interpreta, sometida a normas. La expresión clásica es la ortodoxia de las grandes religiones, cuya verdad queda fijada y el espacio del dogma es seguro. En contraposición se expresa la religión esotérica u oculta, cuya conexión con Dios es directa, no precisa de normas ni de mediaciones, no está sometida a dogmas y es entendida más como proceso que como lugar fijo de práctica y marco referenciado de creencias. No voy a entrar en las diferencias con la practica religiosa exotérica, ya que además de evidentes, son las mismas que los místicos de las diversas tradiciones han tenido con ellas y que en muchos casos les ha llevado a la condena y el ostracismo, si no a la muerte. Además, en las practicas exotéricas existe una variedad de tendencias o ritos que van desde el yihadismo radical, a la practica de la tolerancia en la fe del ecumenismo, aunque siempre en un marco específico de creencias. Me referiré aquí tan solo a las divergencias que históricamente aparecieron con la práctica esotérica de algunas tradiciones, solo señalando los temas ya que son objeto de amplio debate por sí mismas:

  •  Las Dos Verdades.- Desde el Vedanta hasta las versiones modernas del Cristianismo expresan la dicotomía entre la realidad ultima divina, también llamado en las tradicioens orientales el ámbito de la “naturaleza esencial” por una parte y el ámbito empírico del samsara, del mundo fenoménico por otra. Entre los místicos es Eckhart el más cercano a la identificación, aunque mantiene la separación entre el yo oculto y el yo empírico. Sin embargo el Zen, o el Chan desde su evolución histórica, parte del no-dos, si bien no entra en el debate metafísico. Es digno de notar que ni el Buda ni Jesús de Nazaret entran tampoco en este debate metafísico, y que es en el marco del desarrollo de las religiones históricas, incluyendo el budismo ortodoxo donde se plantea la diatriba entre monismo y dualismo, panteísmo y maniqueísmo, etc.
  • El Dios otro.– Una consecuencia directa de esta interpretación metafísica es la afirmación de Dios como el otro eterno y separado de las criaturas. Todas las tradiciones místicas expresan la experiencia de unidad, pero no llegan a la expresión de identidad. Por ello el proceso místico se manifiesta como el recorrido desde la diferencia hasta la unión, como un proceso de depuración del ser (o individuo empírico) para que Dios ocupe el lugar. Pero el punto de partida es la diferencia. En el Zen, por el contrario la identidad existe desde el origen, ya que Dios como referencia no es contemplado. Es la práctica del descubrimiento y la manifestación de lo que ya esta ahí. Por tanto supone “caer en la cuenta” más que una transformación para alcanzar algo que no se tiene.
  • Yo superficial y yo oculto.- La mística es el itinerario hacia el fondón del alma, donde se produce la Unio Mística con el fondón de Dios, en expresión de Echkart. Pero ese proceso, tanto en la Nube, como en los místicos europeos, lleva a una separación de la realidad fenoménica, que no es el camino sino el impedimento. Sin embargo, en el Chan los fenómenos y las circunstancias, los seres todos son la expresión misma de la realidad, que es una en todo lo que existe en toda su expresión y cambio.
  • Obra de la Gracia, práctica humana.– También existe una obvia diferencia en la forma mediante la cual se produce el proceso de avance espiritual, que en la practica religiosa esotérica es antes o después obra de la Gracia divina, más que del esfuerzo humano. La no consideración de Dios como la meta a alcanzar hace que en la practica del Zen el concepto de gracia y de vaciamiento pasiva no exista.
  • Metas y objetivos.- La práctica espiritual en las tradiciones se manifiesta como el camino hacia metas u objetivos, para la transformación del hombre (Taulero) o para la unión divina (Padres del Desierto, Santa Teresa, San Juan). Se expresa como un recorrido hacia una meta. Incluso en algunas escuelas del zen se ha asimilado este recorrido como una practica “para el satori”. Pero en Nube Vacía seguimos la practica de Lin chi, que elimina el concepto de finalidad y por tanto el intento de metas y objetivos como parte de la práctica. De hecho, la anulación, el “olvido” de finalidad es esencial para el avance. Si no hay nada que alcanzar, que conseguir, pues está aquí, no hay una meta o algo diferente hacia lo que orientar la práctica.
  • Vaciamiento como negación.– Puede ser entendida como lo que es llamado “teología negativa”, como la negación, la anulación de lo existente para dejar un vacío que ha de llenarse de Dios, o quedarse vacío en las palabras de Echkart. Sin embargo, esta pulsión de anulación no existe en el zen, más que para eliminar la cristalización de lo existente, para la superación de los apegos. El Zen asimila en la práctica el “corazón” del Sutra del corazón: forma no es sino vacío, vacío no es sino forma
  • Verdad absoluta, ultima – proceso contingente.- Ya hemos expresado que Dios en las grandes religiones es la realidad última, el referente absoluto y eterno. Esto queda en alguna medida desdibujado en el proceso místico. Sin embargo no acaba de perderse en la nube del olvido, ni elimina ese referente absoluto. Este referente absoluto y eterno no existe en la practica del Zen. De hecho la esencia de la misma es la experiencia de vacío de realidad inherente, de absoluto referente, para la aceptación de la impermanencia, la contingencia en todo lo que existe.
  • Creencia versus experiencia.- Tanto la Mística como el Zen, a diferencia de la práctica exotérica se expresa en el marco de la experiencia, que difícilmente puede ser comunicada. Sin embargo, la mística de vinculación religiosa se mueve en todo su recorrido en un marco de creencias, de referencia basada en una revelación. El zen por el contrario pierde este marco de referencia y se queda únicamente en el marco de la experiencia. Por eso se define como “un mensaje que esta más allá de toda doctrina oral o escrita…”
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Margarite Porete

Margarita Porete, o Marguerite Porrette, o la Porette, es una mística de la corriente de las beguinas nacida hacia 1250 y quemada en 1310 por herejía, por negarse a abandonar la prédica de las doctrinas contenidas en su libro El Espejo de las Almas Simples.

Biografía

Sin duda nacida a mediados del siglo XIII, Margarita Porete formó parte de las beguinas, una importante corriente piadosa a la cual pertenecieron también Hadewych de Amberes y Heilwige Bloemart. Estas mujeres piadosas se consagraron a Dios y a la buenas obras, sin vivir forzosamente en comunidad ni obeceder a una regla. Margarita vivía en la región del Hainaut, según creen la mayoría de estudiosos en Valenciennes. En los paratextos de su libro (las famosas "Approbationes") se la presenta como una "religiosa muy sabia". Expresó su misticismo en un libro titulado Mirouer des simples ames anienties (traducido en español como El Espejo de las Almas Simples). Allí presentaba el Amor del Alma tocada por Dios, y hacía hablar al Amor y a la Razón en diálogos alegóricos.

El obispo de Châlons a quien ella presentó el texto lo acusó de herejía, seguramente por las implicaciones que las doctrinas de su libro poseían a nivel práctico. El libro fue quemado en 1306, y condenado de nuevo en París en 1309. Margarita Porete fue condenada por la Inquisición el 31 de mayo de 1310. Fue quemada en la hoguera el 1 de junio de 1310 en la plaza de Grève. Sin embargo, su obra le sobrevivió; se piensa que a raíz del juicio la Inquisición la tradujo al latín (con el título Speculum simplicium animarum), y desde finales del siglo XIV aparecieron nuevas traducciones en italiano e inglés medio.

A diferencia de otras figuras religiosas tales como Juana de Arco y Meister Eckhart, que fueron condenadas y rehabilitadas más adelante por la iglesia católica, es poco probable que la figura de Porete sea rehabilitada. Hasta 1946, cuando romana Guarnieri descubrió el nexo entre autora y libro, no se supo que fue ella quien había escrito el Espejo, copiado anónimamente o puesto bajo autoría masculina desde su muerte.

El Espejo de las Almas Simples

El título del libro de Porete se refiere al alma simple que se une a Dios y no tiene otra voluntad que de Éste. El libro fue escrito inicialmente en picardo, pero se tradujo al latín y otras lenguas y tuvo una amplia difusión. Algo del lenguaje, así como el formato alegórico de un diálogo entre personajes como el Amor, la Virtud y el Alma, reflejan una familiaridad con el estilo de amor cortés que era popular en la época, y da testimonio del alto nivel de educación y sofisticación de Porete.

Aunque la mayor parte del libro parece que sigue un argumento racional y erudito entre diferentes partidos, Porete defiende en definitiva que el alma debe dejarlo todo, incluso la razón. El "alma aniquilada" es aquella que lo ha abandonado todo excepto a Dios. Una de las características esenciales del libro es su finalidad eminentemente práctica: Marguerite pretende enseñar doctrinas para conseguir esta "simplificación" de la que se ha hablado, por ejemplo a través de imágenes.1

El juicio

El juicio de Porete fue inusual: en la Edad Media hubo muchas místicas que (por definición) reivindicaban un contacto místico directo con Dios, sin necesidad de contar con el clero; y muchas de ellas (como Hildegard de Bingen, Catalina de Siena, Brigitta Birgirsdottir, etc.) no fueron vistas como sospechosas.

Los manuales medievales sobre el "discretio spirituum" (el juicio religioso sobre visiones místicas) emplazaban a los clérigos a servir en un papel de asesoramiento; sin embargo les advertían sobre su incapacidad última para hacer un juicio definitivo en tales materias (véanse los manuales de fines del medievo como "De probatione spirituum" de Gerson y "De distinctione verarum visionum a falsis"). Estos manuales pedían a los clérigos dar sabios consejos, no un juicio definitivo, advirtiéndoles que podrían equivocarse y acabar por oponerse a la voluntad Divina.

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Matilde de Magdeburgo

Matilde de Magdeburgo (n. hacia 1207; Magdeburgo – m. 1282; Eisleben, Sajonia-Anhalt) monja cisterciense del convento de Helfta y mística del siglo XIII. Al principio de su vida perteneció al movimiento de las beguinas. Contemporánea y compañera de santa Gertrudis de Hefta y Matilde de Hackeborn.

Biografía

Se señala como el año de nacimiento de Matilde el 1207.1 A los doce años comenzaron sus experiencias místicas. Desde su juventud y durante gran parte de su vida fue beguina en Magdeburgo dónde permaneció hasta que ingresó al convento cisterciense de Helfta, cerca de Eisleben, alrededor de 1270, cuando tenía ya cerca de sesenta y tres años.2 Ahí fue compañera de otras dos importantes místicas: Gertrudis de Helfta y Matilde de Hackeborn. Murió alrededor de 1282.

Obra

Por 1250, aún siendo laica, comenzó la escritura de un libro fruto de su experiencia mística, al que tituló Luz fluyente de la divinidad (originalmente «Vliessende lieht miner gotheit», en alemán moderno: «Das fließende Licht der Gottheit»), título que fue inspirado en una de sus visiones. La redacción del libro se realizó en un periodo de treinta años, redactando el último capítulo ya estando en Helfta, con el cual la obra completa estaría integrada por un total de siete.3

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